MADRID -- Rafael Nadal cerró el año con una victoria que no constará en su palmarés, pero sí en el recuerdo, al vencer al suizo Roger Federer por 7-6 (7-3), 4-6 y 6-1, en
la Caja Mágica de Madrid en el partido "Unidos para
la Infancia", que sirvió de broche final a una temporada de ensueño para el español, resuelta con siete títulos y el número uno en el bolsillo.
En Madrid, los
11.442 aficionados que se dieron cita en
la Caja Mágica disfrutaron a placer y se contagiaron del tenis de los dos mejores jugadores del mundo. El tirón que tienen ambas raquetas había dado su fruto semanas antes, cuando las entradas, a
26 y 33 euros,
se habían vendido en tan solo seis horas.
Sobre la pista, que después del partido será dividida en
35.000 pedazos de 13 por 17 centímetros, y vendida a 65 euros la unidad, y cuyos beneficios irán a la Fundación Rafa Nadal.
"El calendario no ha sido fácil, pero se ha hecho realidad nuestro sueño", dijo Nadal. "No es fácil ver a los dos jugadores del mundo en una pista así, y estos encuentros han servido para olvidar nuestra rivalidad, que no existe realmente. Es un claro ejemplo para la sociedad y nosotros hemos aportado nuestro granito de arena para que el mundo sea mejor".