BUENOS AIRES -- Los primeros años de vida del ser humano son determinantes en la formación de huellas motoras que generarán, en el futuro, habilidades motoras generales y, más adelante, habilidades específicas de una disciplina deportiva o actividad física. Habilidades que debieran contribuir a la formación de una persona integral, con una fuerte conciencia de la importancia del deporte y la vida en movimiento.
En consecuencia, las primeras experiencias que recorran los niños, en este caso en el tenis, van a ser vitales para el desarrollo del niño deportista, ya sea social como de alta competencia. La calidad de una clase de una escuela de tenis es clave para que el niño lo adopte como su deporte favorito.