02 abril 2012

Djokovic, campeón en Miami

MIAMI- El serbio Novak Djokovic logró su tercer triunfo en el Master Series 1.000 de Miami al derrotar al escocés Andy Murray con un solvente 6-1 y 7-6 (4), en dos horas y 17 minutos.
Djokovic se mostró muy seguro en su juego y apenas concedió a Murray una única oportunidad de lograr un "break point" en todo el partido, dando una imagen de por qué es el número uno del mundo actualmente.
Djokovic arrollador en los primeros set de los últimos torneos; en cuartos de final, fue 6-2 ante David Ferrer; en semifinales, 6-0 frente a Juan Mónaco; en la final, 6-1 contra Murray. Curiosamente, el segundo set, en los tres partidos, terminó en tie-break.
Mónaco describió de esta manera qué se siente al enfrentar a Nole: "El ritmo de bola es prácticamente superior al resto; los cambios de velocidad, la actitud física que tiene. Uno piensa que tiene el punto ganado, lo movés de un lado para otro, pero cómo reacciona y recupera la cancha, eso hace que sea el mejor del mundo. Tiene una gran anticipación en las devoluciones de saque también". Murray agrega: "No tiene demasiadas fallas en su juego. Cuando lo enfrentas, lo que toma seis o siete golpes, hay que hacerlo con 15 o 16. Hay que ser paciente, elegir el momento para tirar y por eso ha sido tan bueno en los últimos 18 meses. Era excepcional antes, pero está jugando un mejor tenis, con más confianza y sin cometer errores".

Si en el primer set de estos partidos, Djokovic aplastó a los rivales, en el segundo mostró errores que él mismo reconoció en el análisis posterior. Se pudo ver en los tres encuentros: Ferrer, Mónaco y Murray celebraban con el puño al menos poder ganar sus games de servicio. El empate los dejaba conformes. Las pelotas de Djokovic que quedaban en la red, los gestos de agotamiento que se apreciaban en el serbio permitían recuperar las esperanzas. Quién sabe qué podría ocurrir cuando el set debiera definirse en un par de pelotas, ya sin tiempo de recuperar el marcador.
Sin embargo, Djokovic lo hace parecer una regla. No hay esperanzas para el otro ni siquiera en esos momentos, al menos no las hubo en Miami. El Nº 1 se adueñó de los puntos importantes, en este caso en los tie-breaks. En su choque con Ferrer, el español paró un punto, el Ojo de Halcón no le dio la razón, perdió ese tanto clave y el español quedó mordiéndose los labios. Antes, había dejado una bola importante en la red. Del lado de Djokovic, sólo pelotas adentro y tiros ganadores. En el partido de Mónaco, el argentino dejó dos derechas en la red; Djokovic, una; el tie-break terminó 7-5. En el caso de Murray, una doble falta del escocés marcó el camino. En el punto siguiente, Djokovic estiró a 4-2 con un impresionante derechazo de arriba abajo, casi como si fuera un servicio. En los últimos dos puntos, la frialdad para definir.
"Siempre tengo miedo, todo el tiempo. Si no, no sería humano", bromea Djokovic. "La experiencia, pasar por estas situaciones límite en los partidos, hace que las encare por más determinación. En la final, mostré mi mejor nivel cuando lo necesité, saqué bien y fui agresivo cuando tuve la oportunidad. Es lo que más importa, realmente. Gané los tie-breaks de los cuartos de final, semifinal y finales, y eso me da mucha confianza para los próximos desafíos". Mónaco reconoce que "cuando el marcador está más apretado, es cuando más reluce su juego, y eso lo hace ser diferente".
Terminó el Sony Ericsson Open, cuyo nombre comercial pasará a ser Sony Open en 2013. Las entradas vendidas, 326.131, fueron record para el torneo desde su primera edición, en 1985. Mientras tanto, Djokovic ya defendió dos de los tres títulos importantes (Australia y Miami) que obtuvo en 2011 e insinúa el 2012 puede tener un desarrollo diferente, pero el mismo final.

 

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